En primer lugar, asegúrate de que tu PC reúne los requisitos de sistema de The Witcher 3: Wild Hunt.
Si se cumplen los requisitos de sistema, asegúrate de que todas las aplicaciones no esenciales para tu PC están cerradas o desactivadas. Esto incluye los programas antivirus o antimalware.
Si eso no surtiera efecto, comprueba si tu PC está libre de virus o malware. A veces, esto puede provocar que el juego deje de funcionar.
También puedes probar a verificar los archivos del juego, tal y como se describe aquí.
Si nada de lo anterior surte efecto, reinstala los controladores de tu tarjeta gráfica (GPU). Para hacerlo de forma completa, sigue estos pasos:
Ten en cuenta que, en ocasiones, instalar controladores antiguos puede solucionar estos problemas.