Si has experimentado un fallo, intenta borrar la caché tal y como se indica a continuación. Esta práctica no borrará tus juegos, partidas o datos.
1. Apaga tu Xbox usando el mando Xbox o el botón de encendido de tu Xbox.
2. Desenchufa el cable de alimentación de la parte posterior de tu Xbox.
3. Espera al menos dos minutos.
4. Enchufa de nuevo el cable en tu Xbox.
5. Vuelve a encender tu Xbox.
Esto eliminará todos los datos almacenados en la caché de tu Xbox que puedan haber resultado dañados. A continuación, comprueba si el problema todavía persiste. Si este método no funciona por sí solo, comprueba si cargar una partida guardada anterior resulta útil.