Con la retrocompatibilidad, puedes introducir el disco físico de Xbox One en tu Xbox Series X y jugar con él. Esto también significa que podrás descargar el juego si lo compraste en Microsoft Store en formato digital (suponiendo que uses la misma cuenta).
Sin embargo, no podrás jugar al juego en la Xbox Series S si tienes el juego en formato físico, ya que la consola no cuenta con unidad de disco.